¿Qué supone un buen aislamiento en una vivienda?
Un buen aislamiento consiste en crear una barrera con gran capacidad de reducir los flujos de calor a través de cubiertas, suelos o muros. Esto supondrá un ahorro importante del consumo de energía por la utilización de sistemas de acondicionamiento, en invierno y en verano.
Las normativas de la edificación cada vez dan más importancia a un buen aislamiento térmico, para contribuir a una mayor eficiencia y ahorro energético. ¿Como podemos lograrlo? Debemos utilizar materiales que tengan una baja conductividad térmica, una alta resistencia térmica, para evitar el flujo de temperatura. Y una baja transmitancia térmica, medida en tiempo. Por lo general, cuanto más ligero es el material, da mejores valores de aislamiento. Ya que tendrá más aire dentro.
Los materiales utilizables, son muchos y cada vez más sostenibles. Algodón, lino, fardos de paja, algas marinas, cáñamo, madera, lana de oveja, celulosa, etc… La investigación y los avances tecnológicos hacen que la lista cada vez sea mayor.
Un punto muy importante es la carpintería exterior. Una gran parte de la fachada de las viviendas está formada por las ventana, en esas ventanas el 80% de la superficie es vidrio. Que ese vidrio tenga una transmitancia los más baja posible es una garantía de ahorro. Eso puede requerir un vidrio doble o triple, con gas en las cámaras intermedias, características de bajo emisivo y filtros de control solar.
La mejor forma de decidir cuál es el mejor aislamiento es realizar una estudio, teniendo en cuenta todos los factores citados. Económicamente, el aislamiento sube el coste de la intervención, pero hay que analizar los ahorros mensuales en los suministros energéticos. Y poner en ese lado de la balanza en confort interior de la vivienda y la etiqueta energética que mide el impacto ecológico de esa vivienda.
Si quieres que te ayudemos con el aislamiento y la eficiencia energética de tu vivienda cónsultanos.
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